RESERVA BIOSFERA


La comarca de Babia, es Reserva de la Biosfera desde el 29 de octubre de 2004, es la segunda unidad mas grande de la reserva Cantábrica, según acordó el Comité Internacional de Coordinación del programa MAB de la UNESCO.
El pasado 24 de enero, junto con otras zonas, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, entregó el Diploma acreditativo de la declaración como Reserva de la Biosfera de Babia, a  D. Ovidio Beneítez Álvarez - Alcalde del Ayuntamiento de Cabrillanes, según los criterios del programa Hombre y Biosfera (MAB) de la UNESCO.

Es una de las 460 Reservas de la Biosfera que hay en el mundo y una de las 27 de España.

Ha sido declarada Reserva de la Biosfera por su diversidad en especies de flora y fauna y por su alto valor ecológico.

Según recoge el programa MAB las reservas de la biosfera tienen tres funciones bien claras: conservación de paisajes, ecosistemas, especies y diversidad genética; fomentar un desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista sociocultural y ecológico; y apoyo logístico a proyectos de demostración, educación y capacitación sobre el medio ambiente y de investigación y observación permanente en relación con cuestiones locales, regionales, nacionales y mundiales de conservación y desarrollo sostenible. 
A pesar de no ser un territorio demasiado extenso, cerca de 38.000 hectáreas, existen 650 especies vasculares, algunas de ellas sólo se encuentran en esta zona. Se reconocen hasta 39 endemismos cantábricos, varios de los cuales restringen su ámbito a la comarca de Babia; 31 taxones hallados en los Pirineos y la Cordillera Cantábrica, uno cuya presencia se ha constatado únicamente en la Cordillera Cantábrica y los Montes de León, y gran cantidad de especies de ámbito exclusivamente  ibérico. Esta gran variedad viene dada fundamentalmente por sus características litológicas (presencia de suelos básicos, ácidos y combinaciones de ambos), y orográficas (valles cerrados, canchales y gleras).
La fauna está representada por 207 especies vertebradas reconocidas, casi todas ellas con algún tipo de protección.

Mas de la mitad de las especies (129) de la comarca de Babia, están incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas; todas ellas en la categoría de Interés Especial, excepto el oso pardo, que lo está como especie en peligro de extinción

Si nos guiamos por las especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren protección estricta, vemos que en la comarca de Babia y su entorno inmediato están presentes numerosas especies: cuatro reptiles, siete anfíbios  y quince mamíferos, entre los que destacan el oso pardo, la nutria y diez especies de murciélagos.

En lo referente a la aves (21 especies), se incluyen numerosas rapaces, lo que exige la adopción de medidas de conservación especiales en cuanto a su hábitat, con el fin de asegurar su supervivencia y su reproducción.
Las especies más singulares por la situación de sus poblaciones o por su carácter endémico son el oso pardo, que aunque no cría en la zona se mueve regularmente por ella, siendo Babia el extremo Este del núcleo occidental; la perdiz pardilla, y la liebre del piornal con su área de distribución restringida a la Cordillera Cantábrica y que encuentra aquí su hábitat idóneo dada la abundancia de matorral combinado con el pastizal. Junto a éstas especies, hay numerosas rapaces y gran cantidad de murciélagos, se han identificado en la zona 10 de las 26 especies presentes en toda la Península

La abundancia de pastizal y matorral (aulagares, pastizal con matorral, brezales.....),  ocupan casi el 70% del territorio, debido a la actividad ganadera de la comarca. La existencia de valles de cierta amplitud en comparación con los de las comarcas montañosas limítrofes y de llanadas en los altos de los puertos, propició que a los ganaderos locales se sumaran grandes rebaños provenientes del sur en aquellos meses en los que allí los pastos se agostan por efecto de la sequía y las altas temperaturas.

La necesidad de dar alimento durante el periodo estival al ganado, obligó a obtener nuevos pastos a costa de las superficies arbóreas, lo que explica la escasez de bosques en la comarca de Babia.

 Actualmente se están realizando proyectos de investigación destinados a actualizar y mejorar el conocimiento de la zona en los aspectos botánicos y faunísticos. Se prevé completar en un periodo breve los inventarios y cartografía detallada y digitalizada de cobertura vegetal y hábitats. También se están desarrollando diferentes proyectos relacionados con los sistemas de depuración de aguas residuales de bajo coste y por lagunaje, para su posterior aplicación en la comarca.

La fundación Oso Pardo, desarrolla un gran trabajo de vigilancia sobre las poblaciones de oso en el ámbito del Plan de Recuperación, incluyendo el norte de Babia.








 











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